ESE PANFLETO LLAMADO EL MUNDO

Alberto González González.-

Se me ha ocurrido este título, tiene su explicación, aunque se podría haber utilizado otro, pero este  da el juego suficiente  para desarrollar un artículo que no va a sorprender a nadie que siga las noticias del país y del mundo de una manera más o menos intensa.

El Mundo ese “periódico”, cierto que es un periódico, un periódico al servicio claramente del PP,  prácticamente su boletín oficial en el que se dan las noticias que surgen a diario, unas noticias tan apropiadas a los intereses del PP que en realidad  ¿son noticias?, muchos  dudamos, por eso creo está bien que  le pueda llamar panfleto, así como una especie de octavilla y propaganda, más apropiado que un periódico en el que se debe informar de forma clara sobre hechos reales sin ninguna interferencia que deforme la noticia.

El Mundo, con su director a la cabeza, el señor Jorge Bustos, el periodista en el que recae la responsabilidad de informar, aunque esa información dependa más de quien paga y tiene la sartén por el mango, para eso paga, y por tanto este señor se tiene que plegar a ello, y si eso no es así no se augura que su porvenir sea muy halagüeño; esto me recuerda a David Jiménez, periodista que fue director de El Mundo y duró lo que duró, pero dejó un legado muy importante en ese libro que ha escrito llamado El Director,  recomiendo su lectura porque se descubren aspectos del PERIODISMO muy interesantes.

Recuerdo, en una de las pocas tertulias que veo, en al Rojo vivo,  unos días después  de que Pedro Sánchez convocara las elecciones generales para el 23J, la cara de satisfacción que tenía el señor Bustos, vamos, que según todos los indicios,  y su creencia, se las iba a llevar de calle el PP, arrasaría y tendríamos a Feijóo de presidente.

¡Vaya chasco que se debió llevar el señor Bustos cuando terminó el escrutinio!, le he vuelto a ver en alguna ocasión más y tiene la misma cara que Feijóo, no ha hecho la digestión, y si la legislatura dura cuatro años lo va a pasar muy mal, ¡no se lo tome así señor Bustos!, le puede pasar factura esa cruz que lleva escrita en su rostro, debe sosegarse y digerir que Pedro Sánchez es el presidente, y a juicio de muchos, un gran presidente, el mejor de la democracia.

Hablo del El Mundo como un panfleto, pero queridos lectores y lectoras, seguro que la mayoría estáis conmigo de que existen muchos panfletos en la prensa escrita, seguro que una inmensa mayoría, quitando unas pocas excepciones que no chupan de las subvenciones estatales, y por tanto, demuestran con creces su libertad, libertad real para hacer un PERIODISMO de verdad, serio y sin ningún tipo de cortapisas, noticias que lleguen sin ningún  sesgo a los ciudadanos.

No hay duda de que quien paga manda, y ese mandar es lógico que beneficie al pagador, así es,  y este pago no solo depende de empresas particulares más o menos fuertes que también buscan sus intereses, a esto hay que añadir la subvenciones estatales de las distintas instituciones para la propaganda institucional, y otras subvenciones, propaganda que si se echa un vistazo vemos cómo se reparte ¿de qué manera?, siempre hay unos intereses, y aquí entra en juego que el dinero ya es público, pero ¿imparcial la distribución?.

Hace unos días, leía una noticia que hacia un recuento, más o menos, de todos los medios que hay en el país a disposición para la información de los ciudadanos, ¿información, o desinformación?, se hablaba de unos trescientos, desde luego cantidad si es cantidad, ahora bien, ¿calidad?, hablo de calidad porque en la calidad  va la información sin ningún pero.

En este país, la democracia, como en cualquier país demócrata del mundo, los medios de comunicación son uno de sus pilares, y por ello se necesita que sean lo más imparciales posibles para que esa democracia crezca, si esto no es así, la democracia queda coja y tuerta, y una democracia que cojea con una de sus piernas y no ve con uno de sus ojos tiende a ser una democracia débil en la que los ciudadanos empiezan a no creer, y a la hora de elegir aumentan los populismos, y los populismos al final triunfan, esa es la máxima de aquellos que no creen en la democracia, y para eso aparte de otras muchas cosas, se necesita un PERIODISMO con letras mayúsculas, pensemos en ello.

Chapoteamos en un lodazal de noticias falsas que se dan sin pudor alguno y sin escrúpulos, y para muestra un botón; si nos trasladamos a como Telemadrid abrió uno de sus telediarios endosando a la mujer del Presidente un bulo que después ¿desmintió? a medias, pero no pasa nada porque si se intenta denunciar o algo parecido, enseguida te reclaman la libertad de expresión y todos a callar, ¿es que un periodista tiene más libertad de expresión que cualquier ciudadano?, parece que fuera así.