EL PP CONTRA EL PP

Alberto González González.-

Habría que remontarse a aquél congreso del PP en el que salió elegido Pablo Casado, una elección en la que el mismo Casado y Cospedal decidieron unir fuerzas para que no saliera elegida Soraya Sáenz de Santamaria, quien había obtenido más votos en la primera vuelta; de aquellos lodos estos barros, se ha demostrado que fue una elección fallida, y eso es algo común cuando dos se unen para evitar que salga un tercero.

El PP salió bastante tocado desde entonces, y se agravó el problema cuando se le defenestró a Pablo Casado sin ningún miramiento,  solo por ser honrado y querer lavar su partido por un asunto vergonzoso que afectaba al hermano de  la señora Ayuso, algo prohibido en un partido condenado triplemente por corrupción, Casado no calculó bien.

A estos antecedentes se une el hecho de que Feijóo no pudo conseguir el gobierno el 23J, algo que le ha frustrado enormemente, y que no es capaz de superar, le ha dejado totalmente tocado, y podría ser que de ahí le venga esa oposición tan virulenta que está haciendo, esto sería una parte que la justificara, pero no es así, Feijóo, que vino como moderado, nunca lo ha sido, ese ha sido su engaño siempre, ya mostró la patita cuando consiguió por primera vez la Xunta, en una campaña digna de un trumpista.

Fruto de esa virulencia, que está demostrando en el Congreso, no solo Feijóo si no quienes ha elegido, lo más rancio del PP, se llega a lo que se está llegando, y también acompaña la incapacidad de un político que le falta mucho de todo, y no sabe hacer otra cosa, no consiguiendo articular un  proyecto de país, solo sabe crispar, crispar y crispar.

No es de extrañar, que vistos los antecedentes de Feijóo, su actuación esté fuera de lugar, inculpando a todo el que pasa por su lado sin prueba alguna, y con el temor de que la presidenta de la Comunidad de Madrid le corte las alas en cualquier momento, todo esto es el caldo de cultivo para pensar, y seguramente no nos equivocamos mucho, que en el PP no todo es jauja,  que posiblemente haya gente que no comparta esa radicalidad a la que Feijóo está llevando al PP, una radicalidad que le va a pasar factura dentro del mismo PP a poco que de un paso en falso, se le espera, y se le espera con paciencia, pero sin tregua, y van a aprovechar el momento oportuno para mandarle para Galicia y acabar con su carrera política.

Feijóo vino a Madrid con esa aureola de “moderado”, que nunca lo fue y vino porque le trajeron para bailar al son de gente como Aznar y Ayuso sin salirse del camino marcado, le trajeron, nunca lo hubiera hecho él por su propia voluntad si hubiese tenido alguna competencia, no es hombre de lucha partidista, le tienen que dar el camino despejado en su mismo partido.

El PP contra el PP, solo hay que esperar acontecimientos que nos marcarán el rumbo a que someterán a Feijóo, un Feijóo que nunca va a pedir responsabilidades a nadie dentro de su mismo partido, no hará el Casado porque eso es peligroso, y le puede enseñar antes de tiempo el camino a su Galicia, en el momento que unos cuantos medios conservadores empiecen a cuestionar decisiones que no compartan con él, y escriban los editoriales oportunos.

El PP no sabe qué hacer con la competencia que tiene con VOX, si coger su discurso y aumentar incluso más su postura contra el gobierno, o ser más suave llegando a acuerdos y buscar otra forma de hacer política más cercana a los problemas de la sociedad, tiene ese dilema que está poniendo en duda su militancia, y lo que le puede hacer más daño, sus cargos públicos, senadores, diputados, diputados autonómicos, provinciales y alcaldes y concejales, toda esta gente no es un todo monolítico, y las voces discrepantes no tardarán en aparecer, que serán calladas, hasta cierto punto, para no poner en peligro su “liderazgo” ¿hasta cuándo?. Yo no dudo de que esas voces discrepantes ya se dan con cierta vehemencia entre gentes que no conciben una oposición tan dura que no va a ninguna parte.