LA TEORÍA DE LA MANZANA PODRIDA

Santiago Redondo López.-

Para poder comprender por donde se encauzan los efectos que produce una manzana podrida en un cesto, nos tenemos que guiar por los conocimientos de la putrefacción de la materia orgánica. La putrefacción implica una alteración de lo orgánico, que envuelve una transformación más simple a través de procesos químicos y físicos. Sin profundizar más en la putrefacción de la materia orgánica y sus diversas fases -que no es objeto de este artículo de opinión- nos emplazaremos en observar “la similitud” de ciertas cualidades de descomposición de la materia orgánica en el comportamiento de las personas dentro de los diferentes tipos de organizaciones que es capaz el ser humano de crear o constituir.
Me costa que, dentro de las organizaciones sindicales, se conoce “la teoría de la manzana podrida”, no sólo entre la representación de la clase trabajadora, sino que también se conocen los diferentes tipos de proletariado, sus comportamientos y demás facetas individuales y colectivas. Se suele llamar “manzana podrida” al compañero de trabajo que hacen uso de la negatividad, la crítica o el abuso constante. La teoría de “la manzana podrida”, nos dice que en toda organización existe un trabajador cuya actitud o personalidad puede “infectar” al resto a través de su comportamiento. El impacto no llega sólo a los compañeros de trabajo, también son diana de esas malas artes a otros colectivos y a núcleos de gente dado su personalidad nociva. Aunque dicha teoría se conoce desde hace muchos años, a día de hoy, seguimos sin saber qué medidas se pueden aplicar para prevenir este fenómeno. Mírese alrededor de cualquier organización y es muy probable que se pueda encontrar al menos una persona cuyo comportamiento negativo afecte al resto del grupo en diversos grados. Dice el doctor William Fleps experto en esta materia, que estas “manzanas podridas” son como un virus para sus equipos y pueden alterar o estropear el carrito de manzanas -término equiparable al conjunto de una organización- (carrito de manzana).
¿Puede ser Tito Berni una “manzana podrida” dentro de la organización acreditada por sus siglas PSOE que pertenecen al Partido Socialista Obrero Español? En principio puede que lo sea, según lo que vamos sabiendo del caso conocido como “Mediador”. Digo que “puede”, porque existe un proceso judicial abierto y en vía de investigación. Como persona respetuosa que me considero, hasta que no finalice el proceso judicial llamado “Mediador” a través de una sentencia, para mí, el exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo goza de la “presunción de inocencia” que todo encausado judicial se merece y no deberíamos retirárselo haciendo juicios paralelos. Pero -en la vida los “peros” los hay a raudales- los hechos que se conocen hasta ahora facilita la existencia dentro de la organización mencionada, la posibilidad de presencia necrótica en una de sus células dentro del propio organismo u organización política en este caso. ¡Ojo! Una de las células ostenta un cargo no menor de representación y de responsabilidad política dentro del Parlamento -Sede de la Soberanía Popular- donde la exigencia de praxis a sus señorías diputados debería ser inmaculada, tanto en la vida parlamentaria, como en su vida personal y familiar.
Dicho esto, aplaudo la celeridad aplicada por los responsables directos que ostentan los cargos de dirección del partido político al cual pertenecía el exdiputado y exmilitante del PSOE, hasta que no se depuren responsabilidades penales sobre el caso en cuestión -suponiendo que las hubiere- pues de momento, sobre lo que se conoce, todo apunta a que puede ser presunto culpable de cometer delitos, por lo tanto le condiciona en principio y presuntamente a ser una “manzana podrida” dentro de la organización de un partido político, al cual se le ha apartado del cesto inmediatamente como medida preventiva, evitando así, posibles contagios que este
asunto pudiera afectar a dicha organización política. En mi opinión, una excelente praxis quirúrgica inexistente en otras formaciones políticas hoy en día en España ¿A qué nos suena todos los casos judiciales tales como Kitchen, Lezo, Púnica, Gürtel etc.?
También conocemos las conductas de otros partidos políticos que prefieren encubrir a posibles culpables, manteniéndolos en sus puestos y militancia dentro del partido político. Concretamente y a día de hoy, el Partido Popular (PP) presuntamente, mantiene de militancia al exministro del Interior, al señor Jorge Fernández Díaz al cual la fiscalía solicita la pena de 15 años de cárcel en el caso “Kitchen”. Caso conocido por todos en la trama policial llamada “policía patriótica” cuyo mando político dependía directamente del exministro mencionado con anterioridad. El PP ha mantenido al diputado a Alberto Casero hasta apenas una unos días cuya señoría está siendo investigado por delitos de prevaricación y malversación en su etapa de alcalde en la ciudad de Trujillo, provincia de Cáceres, que, según ciertos medios de información, recientemente ha solicitado la baja cautelar y temporal de militancia del PP por voluntad propia, entregando su acta de diputado últimamente después de llevar investigado desde finales de 2021. Sin embargo, el exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes entregó su acta de diputado en horas tras conocerse su implicación en el caso Mediador ¿Por qué el PP utiliza una vara de medir desigual y de forma poco clara y muy distinta a la que utiliza el PSOE mostrando una cristalinidad innegable al cesar fulminantemente al señor Fuentes? Y, por si fuera poco, la retahíla de casos de corrupción que pringa presuntamente, hasta la médula espinal al PP -partido político sentenciado por corrupción a título lucrativo en 2018-.
Llegado el señor Alberto Núñez Feijóo a primera línea política del estado español desde hace un año y, en vez de depurar la putrefacción en las entrañas del PP tal y como lo ha hecho el PSOE en el caso “Mediador”, se pone el señor Feijóo a comer en un restaurante compartiendo mantel, con otro imputado del PP por corrupción, el señor Vicent Marí presidente del Consell de Ibiza.
¡Qué bien! ¿no? Señor Feijóo. Y qué gran ejemplo nos da a todos los españoles ¡eh!
No contento de sus actos el señor Feijóo, lleva días exigiendo ejemplaridad al PSOE tras conocerse el caso Mediador. Vamos a ver señor Feijóo, Vd. todavía tras casi veinte años, no ha dado explicaciones sobre las fotografías donde aparece Vd. en el yate del narcotraficante Marcial Dorado, que cumple condena de 14 años en prisión. Eso sí, exige Vd. explicaciones a otros, pero Vd. no aporta ni un solo esclarecimiento sobre lo que le atañe a Vd. directamente y referente a las fotografías, donde aparece en un barco en compañía del reo Dorado ¡Hombre! Su desfachatez, señor Feijóo, llega a límites insospechados, pretendiendo responsabilizar al resto de diputados socialistas, como si el caso Mediador fuese una forma de actuación de toda la bancada del PSOE en el Congreso.
Dicho todo lo dicho hasta ahora, le pregunto al señor Feijóo; Señor Feijóo, según su planteamiento en pretender generalizar la corrupción a toda una bancada de diputados socialistas en el Parlamento y, conociendo la encarcelación preventiva en el caso “Mediador” del general de la guardia civil Francisco Espinosa Navas, ¿Vd. nos quiere hacer creer a todos los españoles que la imputación de un guardia civil es también generalizada a toda la Benemérita? ¡O no por favor, a la Benemérita no! Dirá Vd. enervado señor Feijóo. Sin embargo, dada sus explicaciones ante los micrófonos, sí lo ha hecho Vd. refiriéndose a todos los diputados del PSOE en el Congreso, porque se lo he oído yo decir, pero se escandaliza si se aplica dicha generalidad a toda la Benemérita. Es decir, si un miembro del PSOE delinque, sí lo generaliza Vd. a todos los diputados del PSOE en el Congreso, pero si se trata de uno solo de los efectivos de la Guardia Civil no. Perdone Vd. señor Feijóo, no se puede ser más mezquino y pérfido con todos los
españoles, generalizar para unos sí y a otros no. Peor es aún, señor Feijóo, lo que hace Vd. por negarse a mirar por el retrovisor lo que presuntamente tiene Vd. dentro su organización política.
Si su mentalidad es la que se desprende de sus hechos, señor Feijóo, dudo de su capacidad para gobernar España. El motivo se debe al tamaño colosal que tienen las alforjas gubernamentales, pues dicho tamaño pudiera no ser transportadas correctamente por un Equus Asinus.
Señor Feijóo, hágaselo mirar no vaya a ser que el partido político del que preside, esté constituido presuntamente por centenares de canastos, llenos todos ellos, de manzanas podridas en un estado muy avanzado de podredumbre. O posiblemente, no se atreva a limpiar las alfombras dentro del PP, viendo lo que le ha ocurrido a su predecesor en el cargo que presuntamente, intentó hacerlo.