LA HISTORIA OLVIDADA DE LA UMD. MILITARES DEMOCRATAS EN LA ESPAÑA FRANQUISTA

Carmen Rodríguez.-

Hoy me voy a permitir una licencia. Lo que voy a escribir no es un artículo de opinión, sino una historia real, que por el azar de un libro nos llevó a mi marido y a mí a conocer la existencia de estos militares, hace ya casi 20 años. Es una historia de lucha, de sacrificio, de servicio al país, de resentimiento de los mandos franquistas, de cárcel, de olvido de las instituciones democráticas… Y de escaso reconocimiento. Es la historia de los militares de la Unión Militar Democrática.

El 25 de Abril de 1.974 se produjo en Portugal la Revolución de los Claveles, por la que un grupo de oficiales del Ejército portugués acabó con la dictadura salazarista y el país entró en un proceso democrático.

Aquella revolución inspiró a doce de nuestros entonces jóvenes oficiales, que realmente no pretendían dar un golpe de estado, sino ir ganando adeptos para formar parte de ese impulso que se iba apoderando de grandes capas de la sociedad, un impulso que quería traer la democracia a España, teniendo como protagonista a la sociedad civil.  

El 30 de Agosto de 1.974 aquellos oficiales fundaron la Unión Militar Democrática, de la mano del entonces Comandante Julio Busquets, que años después sería diputado con el PSC. Aquella organización llegó a tener entre 200 y 400 militantes y unos 600 colaboradores. En su ideario se contemplaba el respeto a la libertad de reunión, expresión o asociación, la convocatoria de unas Cortes constituyentes elegidas por sufragio universal, amnistía para los presos políticos, vuelta a España de los exiliados, la lucha contra la corrupción y la puesta en marcha de una serie de reformas para lograr la integración de las Fuerzas Armadas en una España democrática.

La UMD llegó a tener contactos con partidos de la oposición a Franco, teniendo entrevistas, entre otros, con Carrillo, Ruiz-Giménez o Felipe González, que no dejó de advertirles del peligro que corrían.

El gobierno franquista y los altos mandos militares pronto supieron de la existencia de aquel grupo. Franco montó en cólera y los altos mandos tomaron cartas en el asunto. No podían permitir que hubiera oficiales enfrentados al franquismo. Y sucedió lo inevitable: en Julio de 1.975 fueron detenidos nueve oficiales, que fueron sometidos a Consejo de Guerra en Marzo de 1.976. Había muerto Franco, pero España no era aún una democracia. Aunque la idea inicial fue la de fusilarlos, los mandos no se atrevieron por las consecuencias que habría a nivel internacional. Finalmente fueron sentenciados a 43 años de cárcel y expulsados del Ejército.

Asimismo se produjeron registros domiciliarios, arrestos contra otros miembros, cambios de destino, sufriendo, además, un ambiente hostil para obligarles a dejar la carrera militar.

En Julio de 1.976 fueron excarcelados por el gobierno de Adolfo Suárez, pero no se les permitió volver al Ejército. Días después de las primeras elecciones generales, en Junio de 1.977, la UMD se disolvió, por considerar que, con el advenimiento de la democracia, se habían cumplido sus objetivos.

En Octubre de 1.977 se promulgó la Ley de Amnistía, que dejó fuera a los integrantes de la antigua UMD. No cabe ninguna duda que en ello tuvo mucho que ver el rechazo que estos militares, que habían arriesgado sus  carreras, provocaban en el seno de las Fuerzas Armadas. En Diciembre de 1.986 el gobierno de Felipe González amplió la amnistía, con la idea de que pudieran solicitar su reingreso en las Fuerzas Armadas. Y aunque algunos lo hicieron, se les condenó al ostracismo, por lo que hubieron de dar por finalizada su carrera.

En Abril de 2.009 el Congreso aprobó una Proposición no de Ley reconociendo la labor de la UMD para que España fuera una democracia y se instaba al gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero a realizar un reconocimiento institucional y a reconocer que habían sido objeto de persecución. En Febrero de 2.010, Carme Chacon, entonces Ministra de Defensa, hizo entrega a catorce miembros de la UMD de la Cruz del Mérito Militar y Aeronáutico, por su valentía al contribuir a la llegada de la democracia, por la que habían sido juzgados, condenados y expulsados del Ejército.

Finalmente, a principios de Noviembre de 2.022, el gobierno de Pedro Sánchez celebró un acto conmemorativo del Día del Recuerdo y Homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la guerra y la dictadura, en el que el presidente del Gobierno entregó diplomas de reparación a una veintena de víctimas y familiares de víctimas que sufrieron la muerte, la represión o el exilio. Entre ellos, al Teniente Coronel de Infantería (R) Fernando Reínlein, unos de aquellos represaliados de la UMD.

Esta es la historia, en trazos gruesos. Me he dejado deliberadamente muchas cosas en el tintero, pero que tienen mucho que ver con el servicio que siguieron prestando al país. Detrás hay vidas que se tuvieron que recomponer, familias que tuvieron que adaptarse, y un espíritu de lucha que hoy, cercanos o sobrepasados los 80 años, siguen manteniendo. Algunos ya no están, pero para aquellos que supimos esta historia y tuvimos la suerte de conocerlos, siguen siendo igualmente admirables. Como dirían antiguamente, “honor y gloria a la Unión Militar Democrática”.