Alberto González González.-
Bravo, ya era hora de que se haya dado cuenta al mirarse al espejo viéndose perfectamente bien reflejado, aunque tarde merece la pena reconocerlo, los espejos te devuelven a la realidad, eso ha pasado con usted, señor Feijóo, pero ha tenido que llegar a Madrid y mirarse al espejo para darse cuenta, claro no es lo mismo que en Galicia, aunque allí ya sacó la patita y eso que dicen de “moderado” lo dejó atrás en la campaña contra Pérez Touriño, disparando a todo aquello que se movía, típico de los malos políticos como usted, señor Feijóo.
Viene a Madrid, bueno le traen, para cargarse a una persona honrada como demostró ser Pablo Casado al querer atajar una posible corrupción de su partido; si me lo permite el señor. Casado, no calibró bien que tenía en frente a una trumpista como Ayuso, otra que a poco que se mire al espejo verá que este se rebela porque es mala política, mentirosa y marioneta de MAR, este con un pasado en el que tuvo problemas por la bebida cuando conducía, mal político también, ya son tres.
Sí, señor Feijoo, se ha dado cuenta de que en el PP hay abundancia de malos políticos, lo ha puesto en valor usted mismo, es lógico que los haya, porque si usted no vale un pimiento como político, es lógico que de quienes se rodee tengan el mismo calibre, es decir, sean malos hasta la saciedad, el que no lo da del hígado lo da del bazo y si no del espinado.
Sería interesante hacer una ronda por todos los que le acompañan en ese intento de llegar a la Moncloa, parece que ha escogido a los peores y más “moderados” como usted, que tiene muy poca capacidad y autonomía para decidir nada, algo importante para ser un buen político; vemos al señor Semper, otro que le escogió por “moderado” que hace veinte mil equilibrios para no decir algo con sustancia, si es que el PP tiene alguna sustancia que no sean las barbaridades a las que nos tiene acostumbrados el señor Aznar, su guía en todos los sentidos, Aznar mal político y un provocador.
El señor Tellado, elegido por usted, señor. Feijóo, otro “moderado” que tiene menos luces que un candil, aunque se puede contraponer a la señora Cayetana Álvarez de Toledo, que las luces que tiene son para intentar estar por encima de los demás, otra “moderada”, y lo que consigue es ser mala política a la que ponen en cuestión incluso los suyos, y que no está a la altura de las relaciones con el resto del hemiciclo, sean compañeros o adversarios políticos.
En realidad lo que demuestra Feijóo al hablar de malos políticos, refiriéndose a él mismo, a los que ha elegido para estar en primera línea y a algunos más de su partido porque así lo están demostrando, aunque haya gente con valía que seguramente no compartirán unas declaraciones que solo las puede dar alguien como Feijóo, un político sin sustancia, al que también acompaña Cuca Gamarra que parece que cuando habla está regañada con el mundo.
Ha dado en el clavo, señor Feijóo, como no podía ser de otra manera, una persona que como usted mismo se encuentra poco capacitado, y que lo reconoce para desarrollar el papel que le corresponde, nadie cuestiona lo que dice, usted mismo se ha encargado de devaluarse, y devaluar a todos quienes le rodean, ese es el problema de aquellos que no tiene luz propia, y a la vez querer quitar las pocas que atribuye a sus compañeros y compañeras único que les pone en cuestión.
A su carrera política, dicen los entendidos, le queda una sola oportunidad para llegar a la Moncloa, tal vez esa oportunidad no llegue a tenerla con este tipo de declaraciones, no es entendible que usted mismo diga que es lo peor de la democracia en cuarenta años.
Desde luego que el espejo le ha devuelto a la realidad a Feijóo, terminando con el sueño en el que estaba desde que vino a Madrid; no es mediocre, es malo de solemnidad, él mismo lo reconoce y eso demuestra que es peor todavía de lo que dice, porque al reconocer uno mismo que es malo, es ser doble malo, la personificación del mal político..
Menuda lucecita que se le ha encendido, magistral sus declaraciones, ha quitado a los demás un peso de encima, ha tenido valor su reconocimiento, seguro que estarán encantados muchos en el PP de ello, y tendrán argumentos el día de mañana para quitarle de en medio.
Enhorabuena, señor Feijóo, también a ese espejo que le ha devuelto al mundo real. Nunca es tarde si la dicha es buena.
DIGITAL CON CRITERIO PROPIO 